viernes, 9 de mayo de 2008

Monólogo sobre el amor

Mucho se ha hablado sobre este tema así que, siendo sincero conmigo mismo y para con mi trabajo, voy a aseverar que no agregaré nada nuevo más allá de mi opinión (simple y, tal vez, escasa). Hecha esta salvedad puedo dar paso a mi discurso.

En cada conversación en la que salga el tema se puede notar una fuerte constante acerca de la incapacidad de dar una definición unánime del concepto "amor". Esto es: el amor es un axioma del que nadie sabe nada más allá de que tan sólo existe. O, para ser más optimista, del que todo el mundo sabe tanto como puede abarcar de la inmensidad de su totalidad. Pero ¿tan grande es como para que nadie haya logrado abarcar en su máxima expresión?

Su carácter agonístico lo hace variable e inquieto. Es una polarida que anda dando saltos entre las antípodas más diversas que pueden resumirse en las pulsiones de la vida y la muerte, hechas sentimiento en la felicidad y la tristeza (extremando el asunto para lograr la mayor fuerza simplificadora posible).

Puedo entonces dar como primera característica de su fisonomía el hecho de que no tenga fisonomía. Es no más que una fuerza tan imposible de asir como de predecir.

Esta "petit morte" comparte con su siniestra hermana mayor el anonimato y la ignominia de su obra. La forma del umbral es sumamente clara, tan clara como cerrada.

¿Será acaso una "puerta cerrada"? Tiendo a pensar que si. Los rasgos comunes que todos aquellos que han cruzado esta puerta presentan son bastante similares. Hay un fuerte punto de inflexión en el que esta puerta debe necesariamente abrirse frente al cual cada persona debe volver necesariamente a su realidad.

El portal no es el camino. De hecho, una puerta es siempre algo para separar y para detener. Por lo tanto, ya desde este punto hay un aura negativa que rodea al amor en tanto sensación. Así como un portón ornamentado fomenta en nosotros una imagen mental de lo que guarda, el amor forja en nuestro intelecto una realidad supuesta que durara hasta que esta puerta caiga y devele su camino.

Parados frente a esta superficie de oro y gemas no queda otro camino más allá de la idealización. Y esa es la siguiente característica del amor: es un ideal. No existe más allá de nuestra subjetividad, de nuestro fuero interno. Por lo tanto, no es una realidad autónoma. Es más bien un aditamento que se agrega a nuestro imaginario.

Es como un principio religioso, un dogma cualquiera, una fe que voluntariamente adoptamos como propia. Y como tal, posee una carga de adoctrinamiento social.

O sea que es una entidad enteramente subjetiva implantada en la mera individualidad mediante fuerzas coercitivas sociales. La tercera característica es, por supuesto, que es social. Se constituye en tanto herramienta social como método para organizar las relaciones interpersonales y jerarquizarlas para poder ejercer control sobre ellas.

Cerrando este excursus, retomo el punto anterior. La puera ficcional constituye un ideario cuyas dos principales razones son su carencia de conexión con lo material (entendido como material aquello existente y tangible) y su carácter agonísitico (desarrollado, por carecer de corporeidad, en el ámbito que constituye la subjetividad de su individuo "huésped").

Crea una realidad en la que nos desenvolvemos libremente sin tener conciencia de su carácter virtual. Sin embargo, nuestros nexos humanos son para con este mundo y es en este mundo en el que se revelan las consecuencias de nuestros actos. Es en este plano de existencia en donde perviven las relaciones interpersonales que forjamos desde nuestra virtualidad amorosa.

Siendo más breve de lo que el tema amerita puedon pasar al siguiente punto. La caída de la idealización es algo inevitable. La propia fuerza motriz del tiempo hace cambiantes estas variables. Cada paso que la imagen creada retrocede es un paso que la imagen real da hacia adelante, con todas las consecuencias que esto puede conllevar. La naturaleza del vínculo queda visible y las virtudes o defectos son desnudadas. El amor cae y otros nexos han de sostener la estructura creada por él y su imaginario.

¿Qué es, entonces, además de todo lo dicho, el amor? Una oportunidad y un obstáculo, a la vez. Es oportunidad en tanto permite desde su virtualidad crear vínculos entre seres tal vez demasiado diversos como para acercarse de otras maneras. Es obstáculo en tanto saca de nuestro alcance la razón y la capacidad analítica lo que genera un desajuste entre las fuerzas subjetivas y objetivas en constante pugna dentro del individuo. Es obstáculo como lo es cualquier cosa que distorsiona y que engaña. Y en tanto engaño, puede ser traición y otras tantas cosas.

Y he de finalizar mi discurso para no inferir en el mismo juicios de valor extras. Dejo las conclusiones en manos de cada uno. ¡Salud a ustedes que leen mis desvaríos!


Lord KaNE
09/06/2008

1 comentario:

Les Claypool dijo...

"Los dos hombres nacen el mismo día, a la misma hora. Sus vidas no se cruzan hasta que son enamorados por la misma mujer. Entonces se encuentran y pelean por ella. Uno de ellos obtiene la victoria y el Amor. Al otro le corresponde el dolor, la humillación y quizá la muerte. Los astrólogos que han previsto ese día el mismo horóscopo para los dos. Tal vez son erróneos los vaticinios.
O tal vez se equivoca uno al pensar que el amor y la muerte son destinos distintos."

Alejandro Dolina.

-Gordo, yo siempre dije que se amar muy bien. Aunque mi explicación sobre el amor, no seria muy distinta a mi explicación sobre cualquier disco de Led Zeppelin o Alice In Chains-